Generalmente los conceptos se confunden igualando ideas muy diversas: buen sexo, sexualidad sagrada, magia sexual y tantra. No pretendo calificar de buenas o malas, sólo intentaré diferenciarlas. La primera idea es básicamente una actividad que se realiza de buena manera, libre de misticismo o religiosidad, pero si despiertas consciencia de lo que haces, deja de ser superficial y empiezas por darte cuenta que «sexualidad» es mucho más que sexo (aunque lo incluye); por otra parte, lo «sagrado» le agrega una componente espiritual y un propósito mayor y la «magia» propone una meta específica, un logro.
Finalmente, «tantra» no es igual a sexo y es muchísimo más que sexualidad, es una experiencia de reconocimiento y reconexión a través de los vínculos y conexiones que establecemos con nosotros mismos y lo que nos rodea para permitir nuestro crecimiento y desarrollo.
